Anoche soñé con los ojos fríos, casi como espejados y profundos. NEGROS. ERAN todo al mismo tiempo, en mis sueños siempre hay un todo al mismo tiempo, una antítesis en simultáneo, y es que a veces el invierno se queda a vivir en el cuerpo. Y es que aveces el cuerpo no tiene espacio para el tiempo, o nosé.
Pude ver caer parte del hielo que nos sostiene. Pude sentir que caía, pude ver desde lo alto, escuchar su sonido, ver la mueca del agua, ser suelo.
Sentir el vértigo del deshielo.