El calor, lamentablemente, no me hace ni más ràpida ni más diosa, porque estoy lo suficientemente lejos de las dos cosas, pero no solo estoy cerca sino adentro de ser literalmente una chica fastidiosa.
A veces uno no se dá cuenta còmo de repente, comienza a aceptar la ausencia de modales y educación que nada tiene que ver con que el calor que nos pone a unos cuantos de mal humor y etc. Sino a gente mal-educada.
El otro día, salí a caminar, como siempre no 10 cuadras, sino quién sabe cual tour de Buenos Aires realizé, y llegué a la conclusión de que o yo camino realmente muy mal como para que la gente me choque y no estoy siendo exagerada en la cantidad de ¨personas¨ (siendo generosa con el término) que me han chocado, empujado, llevado puesta. O realmente soy un holograma entre la gente. No hubo alguien que me pidiera disculpas.
Ni hablar de cuando sube una embarazada o algún mayor al colectivo, tampoco quiero ponerme en la postura de crítica social, sino que simplemente quería escribir algo para mi mente simple y cotidiana, ya que hace un tiempo pequeño me veo imposibilitada (¿?) de escribir lo que escribo cuando escribo.
No critíco pero les aviso, algún día voy a terminar gritando cual si fuera una loca, ya que nosé el común de la gente, pero hay cosas que me molestan mucho. Todos los días, paso por Sarmiento y Florida (¡qué lindo la multitud!) allì, hay un señor trabajando de repartidor de volantes justo en esa esquinita, en realidad hay 20.000 pero este buen hombre en particular, tiene la mala costumbre de extenderte el volante a punto de darte un golpe en el medio de la cara, o tocarte a-ccidentalmente y pobre, el que seguramente ni cuenta se dá, un día voy a terminar sacandole todos sus papelitos y rompiendoselos en la cara, porque ganas no me faltan pero no, no podría.
Y buen tengo muchos ejemplos más, de cómo la gente no se dá cuenta lo inoportuna que es. Estoy llorando, no vengas a venderme nada, porque no te voy a comprar nada, quizás soy yo la maleducada que no sabe contener sus lágrimas más si tener ojos en ellas. O soy yo la que está equivocada, pero la falta de modales, de cuidado propio, el maltrato cuando te atienden me irritan y quizàs debería aprender a no sentirme afectada por ese tipo de situaciones, pero no puedo evitarlo.
Igualmente el otro día me pasó algo re lindo, iba parada escuchando una canción que me pone un poco triste, pero no deja de ser hermosa, y medio que me puse mal, pero un nenito no solo me robo una sonrisa, sino que me alegró el día, me saludó de una manera tan especial que eso sumado a relojear un libro ajeno y leer algo que no solo te llega a la cabeza sino también al corazón, hicieron un viaje ameno (no ame) (a mi no).
Sentì que algo de mi, todavía permanece en sincronía.
31 December, 2006
27 December, 2006
Uno y Dos
Hace 24 hs exactamente:
Uno era feliz, se acostó escuchando su música favorita, tapandose hasta la cabeza.
Se acurrucó hacia la izquierda, buscando lo que de su imagen había quedado en un vago recuerdo de formas.
Allí había estado Dos.
Cerró los ojos e imaginó verlo recostado frente a frente para así rosar con suavidad el contorno de sus labios, primero con su dedo índice y luego con sus labios.
Y aunque sabía que en ese momento Dos no estaba allí, igual era feliz.
Era esa clase de ausencia que de alguna manera reconforta al corazón.
La misma que 24 hs más tarde, es quien le dice, no te duermas sin antes haber llorado.
No pienses más si no queres sufrir, sino queres que te duela, muere.
Pero bueno.. eso es imposible, Uno al acostarse, por más que mire la tele, escuche, o lea o se tape hasta la cabeza para no ver, para no pensar, para no oír .. sigue sintiendo el dolor entre otras cosas.
Las ideas malditas siguen dando vueltas.Van, vienen y aturden.
Esta noche Uno tiene miedo de dormir, tiene miedo de soñar y de luego despertarse para recordar el motivo por el cual se durmió triste.
Dos tampoco estaba allí y Uno ya no era feliz.
Uno por uno, es uno.
Uno por dos, es dos.
Quizás uno se parezca a dos.
Quizás uno forme parte de dos, y dos de uno.
Pero a 24 horas de distancia existe la felicidad de la tristeza.
Eso lamentablemente es una certeza, que el amor te lleva a recorrer.
(Una, que hoy está a 24 hs de distancia de la felicidad, en una noche fría y con miedo de cerrar los ojos en una habitación vacía, llena de cosas, no quiere llorar, quiere sonreir... quiere ser dos en ese lugar. )
Sábado 6 de Mayo de 2006 1.04 a.m.
Uno era feliz, se acostó escuchando su música favorita, tapandose hasta la cabeza.
Se acurrucó hacia la izquierda, buscando lo que de su imagen había quedado en un vago recuerdo de formas.
Allí había estado Dos.
Cerró los ojos e imaginó verlo recostado frente a frente para así rosar con suavidad el contorno de sus labios, primero con su dedo índice y luego con sus labios.
Y aunque sabía que en ese momento Dos no estaba allí, igual era feliz.
Era esa clase de ausencia que de alguna manera reconforta al corazón.
La misma que 24 hs más tarde, es quien le dice, no te duermas sin antes haber llorado.
No pienses más si no queres sufrir, sino queres que te duela, muere.
Pero bueno.. eso es imposible, Uno al acostarse, por más que mire la tele, escuche, o lea o se tape hasta la cabeza para no ver, para no pensar, para no oír .. sigue sintiendo el dolor entre otras cosas.
Las ideas malditas siguen dando vueltas.Van, vienen y aturden.
Esta noche Uno tiene miedo de dormir, tiene miedo de soñar y de luego despertarse para recordar el motivo por el cual se durmió triste.
Dos tampoco estaba allí y Uno ya no era feliz.
Uno por uno, es uno.
Uno por dos, es dos.
Quizás uno se parezca a dos.
Quizás uno forme parte de dos, y dos de uno.
Pero a 24 horas de distancia existe la felicidad de la tristeza.
Eso lamentablemente es una certeza, que el amor te lleva a recorrer.
(Una, que hoy está a 24 hs de distancia de la felicidad, en una noche fría y con miedo de cerrar los ojos en una habitación vacía, llena de cosas, no quiere llorar, quiere sonreir... quiere ser dos en ese lugar. )
Sábado 6 de Mayo de 2006 1.04 a.m.
13 December, 2006
Continuidad de Solentiname
Nosè porque uno siempre tiende a clasificar, a querer etiquetar no solo las cosas sino tristemente a las personas, amèn que bajo nuestras vestimentas de cualquier tipo, de cualquier país y clase social, no hay más que un cuerpo, ese algo indefenso y fràgil.Que simula ser, que se disfraza de uno. Cuando uno y el otro terminamos siendo iguales. Terminamos siendo nada, pero aparentando todo. Cuando hace un tiempo nosotros dos eramos un todo, dejamos la nada como contexto y nos fuimos a escapar a un pueblo, lugar lleno de magia que quizás no existe, quizàs el lugar para escapar fue creado por nosotros mismos (nunca los mismos de hoy) y la magia era nuestra en ese entonces. Allì en aquel lugar al que no regresaremos nunca para ver si existe, allì mismo, hubieron fotos que nadie vió. Ni si quiera yo en su totalidad, ni si quiera el poseedor, quien fuè el fotografo. Sabemos que existen y no las queremos ver. Solo puedo ver (yo, sola) aquellas que el filtrador me ha designado, aquellas en las que pocas veces me atrevo a recordar que había sido feliz. Lo habìamos sido, lo sé. Y entonces, ¿porqué? ¿realmente quisiera conservar esas fotografías (que no tengo)? Lo dudo. Lo que aún no entiendo, es porque pretender, exigir y esperar la continuidad. No solo de la felicidad como en este caso causal, ya que lo mismo me sucede con la angustia a veces, veces (ves es) en las que pensar continua-mente en te, en que, pierdo. Pierdo presencia. La escencia anterior a todo acontecimiento es pre. Precisamente es que se hace con lo que se sabe cada vez, no continuamente. Pareciera que está tan claro.(en mi) y no, tengo mis lados oscuros oscurisìmos. Entonces ahora, entiendo que no me hacen falta aquellas imágenes de paisajes coloniales, agua y amabilidad, porque no solo colecciono fotos mentales bajo el nombre de recuerdos, sino que registro lo visual en una hoja virtual y más luego en mi cuaderno de papel que es válido como registro único de lo que fuè. Lo próximo que escriba tampoco lo sé.
Subscribe to:
Posts (Atom)