La música, a menudo me captura como un mar
rumbo a mi estrella más pálida,
y bajo un techo de brumas o en el vasto éter
despliego todo el velamen
El pecho al viento y henchidos los pulmones
como las velas
que yo escalo hacia la cima de marinas montañas
que la noche me esconde;
siento vibrar en mí, a todas las pasiones
de una velera nave que padece
el benévolo viento, y de la tempestad sus convulsiones
Sobre el inmenso abismo
me acunan, como entonces, la sosegada calma, gran espejo
de mi desesperanza
C.B.
No comments:
Post a Comment