Todas las personas más allá de los hábitos, de sus buenas y malas costumbres, somos poseedoras de esas cositas que suelen llamarse ¨mañas¨.
De pequeña recuerdo que tal vez oía decir a mi mamá: ¡No seas mañosa!. Y tal vez yo
inconcientemente e inocente sobre todo solo hacía uso y abuso de mi derecho a crear mis hàbitos, mis buenas y malas costumbres. ¡pf! ¿Entonces, es que a alguien cuando no le agrada demasiado por ejemplo un hábito u algo de una persona, se lo empieza a llamar maña? No lo sé.
Hoy conocí las mañas de un reloj.
Una vez me dijeron también que tanto las personas como animales y plantas tenían sus mañas.. entonces quizàs este reloj estaba vivo, o solo quería mostrar que se puede detener el tiempo cuando no hablamos de tenencia.
Este reloj de marco rojo, diseño sencillo y redondo que colgaba en la pared de una cocina antigua, donde su dueño quería vislumbrar la hora con comodidad, aunque eso significara la plena exposición del reloj. Ser el centro de atención de la pared gastada.
Verguenza e incomodidad. Que gracias a ella, el reloj protagonista descubrió que habìa divertidas formas de detener el tiempo, y cuando eso sucedía, generalmente con bronca lo bajaban de la pared, perdía el primer plano y lo escondían en el módulo. (Nada peor que mirar un reloj que no funciona), asì don picarón se reía por lo bajo al escuchar quejas del tipo, me perdí de hacer esto, llego tarde a.., me quedé dormido y etc etc.¿ Serà que la gente es tan tonta de no aprovechar cuando esta farsa temporal se detiene y ser libre sin un parámetro que los persiga?
Pocos podrían comprender las mañas del reloj.
25 September, 2006
11 September, 2006
opreuc
El cuerpo de la palabra.
La palabra cuerpo.
que.
Hace más de un año (pronto) (según la escala de tiempo que utilizan los humanos que quizás no sean tan humanos) tenía otro significado.
O carecía del mismo.
Pero si tenía un sentido, un sentido de dolencia sin forma, sin cuerpo, sin palabras.
Hoy mientras caminaba (después un año) de pasar siempre por la misma obligada y concurrida esquina, hoy recordé, aquél momento en el que el cuerpo comenzó a ser cuerpo, envase del dolor, reflejo de las formas y muro de las palabras al fin.
De mis palabras, de mi cuerpo, de la forma de mi dolor.
Del cuerpo-dolor que vi, leí y oí en las palabras de toda aquella gente que iba y venía por esa esquina.
Allí fue cuando me dí cuenta sin el tiempo. Tan solo me dí cuenta de las formas. Y de la deformidad del tiempo que no es, de los cuerpos, palabras, voces y silencios.
Hoy lo recordé, y aquí esta la forma del cuerpo de mis palabras que es lo único que importa, sabiendo que hay cuerpos que no solo tienen forma de dolor.Y que están llenos de palabras que no se dicen y que apenas silenciosamente se escriben en otro cuerpo, pero primero debo de escribirlas en el mío.
La palabra cuerpo.
que.
Hace más de un año (pronto) (según la escala de tiempo que utilizan los humanos que quizás no sean tan humanos) tenía otro significado.
O carecía del mismo.
Pero si tenía un sentido, un sentido de dolencia sin forma, sin cuerpo, sin palabras.
Hoy mientras caminaba (después un año) de pasar siempre por la misma obligada y concurrida esquina, hoy recordé, aquél momento en el que el cuerpo comenzó a ser cuerpo, envase del dolor, reflejo de las formas y muro de las palabras al fin.
De mis palabras, de mi cuerpo, de la forma de mi dolor.
Del cuerpo-dolor que vi, leí y oí en las palabras de toda aquella gente que iba y venía por esa esquina.
Allí fue cuando me dí cuenta sin el tiempo. Tan solo me dí cuenta de las formas. Y de la deformidad del tiempo que no es, de los cuerpos, palabras, voces y silencios.
Hoy lo recordé, y aquí esta la forma del cuerpo de mis palabras que es lo único que importa, sabiendo que hay cuerpos que no solo tienen forma de dolor.Y que están llenos de palabras que no se dicen y que apenas silenciosamente se escriben en otro cuerpo, pero primero debo de escribirlas en el mío.
10 September, 2006
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