Los cinturones en las plazas
infámes para inocentes.
La castidad pública.
El ojo sexual
penetra mediante silencios
con la palabra que abraza
y la boca que juega
a ser besada a distancia.
Los cuerpos se sacuden ante un ritmo insostenible,
una suave música gime al aire libre
hasta que el texto llega a su fin.
Mientras los niños aún rién en las hamacas,
ellos hicieron otra cosa.
1 comment:
s:¿así es como piensa resucitarla?
c:cada uno resucita como puede.
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