Cuento hilos y letras,
los moldes y matrices a la espera.
Nueva forma... ¡No!
Forma y configuración en proceso.
Dibujándome
La dificultad para contar y detenerme en el espacio que separa los átomos del vacío.
.
19 December, 2009
23 November, 2009
otro mes
La naturaleza del dolor.
-Oculta-
Los días que pasan enteros,
La bicicleta imaginaria, los desvelos.
El azafrán como el sulfuro,
El corazón sin el azar muere.
La oportunidad es amor.
La busco, la busco como un trabajo.
Aviso, me visto, me empleo.
Espero el llamado ciego,
¿Es que ya no recuerda mi nombre?
Me he mudado tantas veces que...
Desorden.
He afilado mis dientes, para evocar las palabras
Mis ojos aún siguen errados,
como una planta me desparramo en la pared,
y sangro por la herida de todas las veces.
13 November, 2009
-
02 November, 2009
impropio del tiempo en que sucede,
Estar dispuesta a oír, las canciones que llenan un vacío sideral, no es ninguna, sino todas las próximas acciones, quienes por la boca evocan, y claro...
lo que no se puede evitar, ocurre.
Se bebe la deuda.
Aquí contesto, sin despejar la incógnita, sin saber el resultado.
La incertidumbre interior se viste de verde,
se calla.
Se agradece desde el grado que se ubica el sol, de todas las formas posibles.
29 October, 2009
1.-
22 October, 2009
02 October, 2009
jamáspodrétirarelamorporlaventana
13 August, 2009
adiós
28 July, 2009
26 July, 2009
21 July, 2009
19 July, 2009
sin
17 July, 2009
ya estoy lista
07 July, 2009
volver
dejar lo que hay que dejar...
que caiga, que llueva, que se haga agua
el nudo de sus palabras que me sujetan,
hasta desaparecer como una luciérnaga gastada,
que de improvisto como la lluvia de domingo.
vuelve a ser dibujada.
04 July, 2009
26 June, 2009
jueves 25 años
¿cómo decir esto que sucede?
Es como una explosión, porque finalmente la fricción continua logra su cometido. Entonces erosiona como quien no quiere la cosa.
Es como una explosión, porque finalmente la fricción continua logra su cometido. Entonces erosiona como quien no quiere la cosa.
Huelo el aire a peligro, pero ni la calle de noche me basta, los vestigios de las campañas electorales inundan el espacio, los autos pasan cerca Y los papeles se vuelan, los veo uno a uno coronarse en silencio.
Hace frío y la gente insigne también se muere pensé, pero a mi no me interesa, no me moviliza. Si los papeles que vuelan, el ruido de los colectivos que pasan vacíos, la gente está cenando o cogiendo o estudiando o mirando la televisión, casi nadie viaja a capital. En el apuro salí sin plata, sino me iría a nosé donde pero me iría.
Grité de la furia que me provoca la hipocresía del aire y siento que mi cuerpo reacciona. Tiembla porque ya no sabe si es mejor, esto o aquello que no conoce, que está doblando a la esquina.
Las lágrimas no me cortan, no me hacen vomitar, no me dejan más oscura ni más sana ni vacía. Siento que el asco y el dolor insípido lastiman. Yo no quiero ser igual. Repito, repito y miro mi mano temblar, mi soledad inocua. En el rostro llevo una herida profunda, mi espíritu crece, un dolor me impulsa al límite y vuelvo a mi primer cigarrillo, hace tantos años ya.
Porta una luz que me deja ciega, estoy perdida, últimamente y todos los días me dá unaestocada a la memoria..
¿Porqué le creo?¿ Porqué la escucho?
Hace frío y la gente insigne también se muere pensé, pero a mi no me interesa, no me moviliza. Si los papeles que vuelan, el ruido de los colectivos que pasan vacíos, la gente está cenando o cogiendo o estudiando o mirando la televisión, casi nadie viaja a capital. En el apuro salí sin plata, sino me iría a nosé donde pero me iría.
Grité de la furia que me provoca la hipocresía del aire y siento que mi cuerpo reacciona. Tiembla porque ya no sabe si es mejor, esto o aquello que no conoce, que está doblando a la esquina.
Las lágrimas no me cortan, no me hacen vomitar, no me dejan más oscura ni más sana ni vacía. Siento que el asco y el dolor insípido lastiman. Yo no quiero ser igual. Repito, repito y miro mi mano temblar, mi soledad inocua. En el rostro llevo una herida profunda, mi espíritu crece, un dolor me impulsa al límite y vuelvo a mi primer cigarrillo, hace tantos años ya.
Porta una luz que me deja ciega, estoy perdida, últimamente y todos los días me dá unaestocada a la memoria..
¿Porqué le creo?¿ Porqué la escucho?
La suciedad se acaba
Soy un alojamiento errado, frío y azul de altamar.
¿A dónde quedó el lenguaje?
Si en mi boca ya no está.
Devolvedme el ácido que te vi hurgar entre mi-
Cuerpo que hoy vi visceral sin ver.
¿A dónde quedó el lenguaje?
Si en mi boca ya no está.
Devolvedme el ácido que te vi hurgar entre mi-
Cuerpo que hoy vi visceral sin ver.
eso
19 June, 2009
14 June, 2009
09 June, 2009
normalidad absoluta y asquerosa
Tenía como lamento un quejido suave.
Una tos molesta
Hablaba sola y cantaba,
Tan solo para perturbarme y construir
Como bien hizo hace tantos años
El calvario que me conserva
Intacta.
Prohibida a emitir palabras,
A ser la voz, y no las voces
De quien habla desde mis adentros,
Cuando en edad temprana comencé a ver,
Aquello que siempre arrastraría
Y ni un millón de palabras lo haría desaparecer.
Una tos molesta
Hablaba sola y cantaba,
Tan solo para perturbarme y construir
Como bien hizo hace tantos años
El calvario que me conserva
Intacta.
Prohibida a emitir palabras,
A ser la voz, y no las voces
De quien habla desde mis adentros,
Cuando en edad temprana comencé a ver,
Aquello que siempre arrastraría
Y ni un millón de palabras lo haría desaparecer.
No pasará
Su hijo cayó desde un noveno piso.
El ascensor no estaba.
Madre viuda a esta altura..
Pues la verdadera herida no tiene nombre.
No existe en matemática,
La ecuación que despeje tal incógnita…
Ni como se nombra a ese dolor que te deja inversamente huérfano
Si la lógica no siempre juega
En las cosas que pasan,
A la vecina de la cuadra.
¿quién podría entender?
El ascensor no estaba.
Madre viuda a esta altura..
Pues la verdadera herida no tiene nombre.
No existe en matemática,
La ecuación que despeje tal incógnita…
Ni como se nombra a ese dolor que te deja inversamente huérfano
Si la lógica no siempre juega
En las cosas que pasan,
A la vecina de la cuadra.
¿quién podría entender?
deshacerme
(de las palabras viejas, vencidas)
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No lo extraño para nada
Diría que no sentí si quiera algo
Ni dolor, nostalgia, alivio
Es como si hubiera regalado dos meses de existencia
A un mendigo que sin días se quedaba ya en su año,
Culpa de su naturaleza muerta,
Diría que no sentí si quiera algo
Ni dolor, nostalgia, alivio
Es como si hubiera regalado dos meses de existencia
A un mendigo que sin días se quedaba ya en su año,
Culpa de su naturaleza muerta,
gris propia de la zona norte.
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05 June, 2009
Siempre por la vereda impar,
1_Ese tiene los ojos más dulces y oscuros que he visto en la realidad de mi vida despierta,que es bastante dormida.
3-Pues te diré entonces que no te puedes quedar a la mitad, ya estas del otro lado.
1-Sé muy bien eso, me sabe tan mal no saber como decir ni hacer,ni como despertarme de este lugar tan sombrío donde me encuentro.
3-Precisamente porque estás obturada de tanto saber, ¿no te gustaría saber de nada y bailar suelta por las nubes?
1-Es que la noche tiene eso viste, no podía dormir y comencé a imaginarme como la prostituta de la mente de ese cuento y de ese.
3_Pero si ese nunca se entera de eso, ¿Qué gracia tiene? Si al final el sabor de esa nada es más agrio que el vacío del sin saber. La albahaca es exquisita, ¿sabías?
1- Si, realmente si, es ese afán por vincular el saber a la verdad el gran problema.
Como el inconveniente de elegir un plato principal.
3-Buen, ya basta, tenes que morirte primero. Es la inmediatez negra la que te abraza por la noche.Deja de demorar el regreso y vuelve a la mitad con tu propio cuerpo.
01 June, 2009
de papel
se estará entregando en recitales, en la calle,
o en el espacio que no es del cyber,
porque para eso existe el blog.
*
25 May, 2009
Voy a desaparecer...
Dos miradas cerciorando la avidez de una noche que no es fría. Tuve que robarle algunas palabras luego de algunos fracasos mentales basados en la repetición de los hechos que soy incapaz de nombrar sin caer en la duda de lo que realmente sucede. Aún así, no puedo, entonces cierro los ojos y solo me queda eso, imaginar y repetir el deseo que provoca un ruido lento y escandaloso en la piel que habito.
Como un mecanismo, funciono con música, los gestos que suenan en mi boca, dibujo el contorno de mis labios con la lengua, ensayo la caricia que sonríe sin alguna intención clara, o yo soy ciega, nula. Puede ser, ha pasado ya muchas veces eso que sé que sucedió que no quiero decir tan abiertamente en palabras que se acomodan en renglones invisibles plasmados en un espacio que se desvanece cuando se apaga el monitor.¡Qué vacío es todo esto! ¿Qué sentido tiene?
La repetición en todos estos años, parece que todos mis cuadernos son iguales, los detesto, todas las veces tan llenos de palabras que no son más que silencio. Eso son mis palabras, mi asqueroso silencio del claustro horrible que me conforma.
¿Es que acaso te ha gustado mi grito del sur? Voy a clamar entonces en voz alta, aquella guerra con la que sueño. Donde naturalizarnos en un espacio que aún no conozco sea la norma que podríamos quebrar como si hicieramos papel picado de todos los años que nos sostienen.
Nada más real que la veracidad de mi deseo lento. Hubiese querido borrar a todos aquellos que habían concurrido al lugar, para continuar subiendo por tu mano y llevarnos a una nube. Donde no exista el verbo conjugado que nos caracteriza, y poder contemplar los truenos y relámpagos tan de cerca que el ruido que provocan tus ojos en mi cabeza sean minúsculos aún cuando se repiten. Así yo pudiera quedarme tranquila entonces, porque aún existe algo más inmenso que este océano.
Esta ridiculez no tiene sentido, pero no puedo contenerlo en vacío. Fueron las trampas del azar y yo caí en cámara lenta como siempre, pensando que era así por otra cuestión y quizás no. No sé. La cobardía es esto y aquello, el amor y el temor terminan siempre igual.Y mientras tanto me agoto de leer siempre lo mismo, de saber ver la misma película de mierda.
Por momentos quisiera que esto se resuelva, como mis amados cálculos combinados o las entrañables ecuaciones, y me invites a tirar piedritas a un río que nunca vi. Que quede tan lejos, que no conozcamos ni el color del cielo, soy actriz de todo aquello que imagino dentro de mi habitación cómoda segura y detestable.Pero me imagino feliz, oh si... quise hacer de cuenta que escribía una carta, hace mucho no escribo una carta, ni hablar de recibirla, solo pude completar cinco renglones, donde en el último expreso mi insatisfacción y confieso escribir y borrar, escribir y borrar. Repetir los errores con facilidad. Nadie leerá esto, porque es propio, íntimo y aburrido. No dice nada que sea cierto ni claro.
Pero acá dicen que estoy, en el mientras tanto de la incertidumbre que me puebla.Creo en eso porque muchos afirman mi nombre, pero necesito otra forma de caer sobre una hoja blanca sin pautar. Me dejo para que me inventes, tomá aca o allá estoy, para que me hagas creer que crear de otra manera es posible. Para escuchar mi voz, y esa música que es otro sonido. No por nada amo el agua, bebeme o dejame llover, para mutar en colores mágicos de devoción, para pasear en una rueda de tiempo indecible.
21 May, 2009
14 May, 2009
Correspondiente a todos los días
Dos días fueron los que pasaron desde que crucé esa puerta, había visto la luna congelada el lunes, teniendo en cuenta la distancia en años luz que me separa de ella, ese frío se sentía como una caricia.
Como una demostración amorosa, bufanda en mano, salí a ver el cielo gris a punto de quebrarse sobre mi cabeza, y como si fuera una escena de una película caminé con desdén por la ciudad, mirando las caras, los libros, los niños y edificios. Osea que iban de arriba abajo mirando mis ojos como si caminara con ellos en todas las direcciones y los pies marcaban el rumbo como si fueran los responsables de distinguir los obstáculos, gente y demás.
El asunto es que como pocas veces había llegado realmente temprano, siempre pasa lo mismo o muy tarde o muy temprano o sobre la hora, entonces me corrijo mejor porque no siempre pasa lo mismo si no que pasa lo que pasa cuando uno llega a un lugar sin llegar siempre de la misma forma.
Mientras esperaba tomé dos fotografías, veía gente que sacaba muchísimas fotos, casi compulsivamente pero para mi solo había dos ángulos interesantes, entonces me ofrecí a fotografiar a aquellos que intentaban retratar su cara y el edificio, para que se lleven al menos una porción más de pared de recuerdo y además porque no tenía otra cosa mejor que hacer. También indiqué amablemente como llegar a ciertos lugares aunque no lo sabía a ciencia cierta. A esa altura el viento me había despeinado y me acordé de unas amigas que me veían temprano llegando a trabajar con un nudo en la cabeza. Pensé en muchas personas, como si fueran una serie de imágenes que se hamacaban en mis cabellos, me imaginé corriendo y algunas de ellas se caían, otras seguían aferradas como hebillitas de plástico que soportan los más fuertes vientos. Es una imagen cursi, pero solo fue el momento, el otoño a veces me pone así. Sonaba una canción que me gusta mucho cuando llegó mi amigo, despeinado y sobre la hora. Compramos las entradas, intercambiamos algunas palabras, me sentí contenta.
Vimos una película que me hizo pensar, recordé historias de mi abuelo y de aquella mujer que no era mi abuela pero si la familia fuera a elección, sin dudas la hubiese elegido. Recordé algo que realmente no lo tenía en cuenta, nosé, últimamente me pasa que me cuentan detalles o cosas que yo misma dije o hice y no lo recuerdo. Me alivia sentir que con los pocos que hablo me escuchan. Otros me observan y me conocen, otros me sacan la ficha, otros piensan cualquiera y eso es bueno.
De la sala salí encantada, tratando de recordar y anotarme en la frente, todo eso que pensé para escribirlo pero finalmente si bien me acuerdo de esas cosas, hoy escribí distinto a lo que acostumbro, quizás es porque llegué temprano ¿No?
No sé porque escribo como si alguien me leyera, de hecho escribo para mi, pero a modo de dirigir mis palabras como si hubiera un tercero o cuarto anónimo escondido detrás de la cortina espiando algunas de las cosas que no digo y escribo, porque así funciona esto. Al margen de mis inquietudes de hoy, que son muchas, continuaré con mi relato sin sentido porque siento eso, todo el tiempo siento deseos de escribir, me despierto a la madrugada, a la mañana, cuando me baño, cuando viajo, cuando subo, cuando escribo, siento como si una voz interior relata cada una de las cosas que pienso, abro los ojos y recuerdo el sueño pero no puedo ya escribir como antes acerca de ellos. La culpa la tiene la voz, que me dicta como si fuera una orden, que impone otro modo u otra forma. Seguro que es porque llegué temprano. Porque ahora que no cumplo con horarios ajenos, tengo mi propio reloj ¿sabías? Me he vuelto más organizada, decir esto podría ser mentira, pero quizás no.
Repito tanto las palabras que ya me molesta, pero a lo que iba era que salimos del cine y caminamos bastante, hablamos, tomé dos fotografías más que no me gustaron mucho finalmente pero tampoco las borré. Hablamos de nuevo, hablé yo, habló él. Recorrimos una librería entera, me compré tres plumas nuevas y algo pequeño para dibujar.
Cuando nos despedimos, respiré pensando que realmente no tenía apuro de volver a casa y me sentí aliviada por eso. Comencé a caminar, las mil quinientas cuadras que me separaban de la parada de un colectivo que podría devolverme a mi hogar. Iba a tomar el subte, pero como eran casi las seis, la hora pico, la gente, el pico de la gente cerca. No. Mejor camino. Cuestión, justo a la hora pico, la gente con su pico de la gente cerca en vez de ir en subte salió a caminar también, no por elección si no porque el libro de jack keroauc no les funcionaba y entonces yo. ¿Qué hacía ahí si mi lugar era debajo de la tierra?
Sentí que el mundo, el subte y los todos picos de la gente estaban en mi contra. Todos hablaban por celulares, caminaban enredándose, me preguntaba que tan importante es informar algo todo el tiempo. Me pregunto cosas estúpidas a veces.
Caminé por otras calles del mismo país, esquivando bolsas, maquillajes y tacos altos. Sentí que mi cara estaba tan blanca como si me hubiesen borrado. La gente estaba fuera de foco, yo seguía una línea tratando de no chocar, tratando de no escribir lo que realmente pensaba y mientras tanto llegué hasta acá.
Como una demostración amorosa, bufanda en mano, salí a ver el cielo gris a punto de quebrarse sobre mi cabeza, y como si fuera una escena de una película caminé con desdén por la ciudad, mirando las caras, los libros, los niños y edificios. Osea que iban de arriba abajo mirando mis ojos como si caminara con ellos en todas las direcciones y los pies marcaban el rumbo como si fueran los responsables de distinguir los obstáculos, gente y demás.
El asunto es que como pocas veces había llegado realmente temprano, siempre pasa lo mismo o muy tarde o muy temprano o sobre la hora, entonces me corrijo mejor porque no siempre pasa lo mismo si no que pasa lo que pasa cuando uno llega a un lugar sin llegar siempre de la misma forma.
Mientras esperaba tomé dos fotografías, veía gente que sacaba muchísimas fotos, casi compulsivamente pero para mi solo había dos ángulos interesantes, entonces me ofrecí a fotografiar a aquellos que intentaban retratar su cara y el edificio, para que se lleven al menos una porción más de pared de recuerdo y además porque no tenía otra cosa mejor que hacer. También indiqué amablemente como llegar a ciertos lugares aunque no lo sabía a ciencia cierta. A esa altura el viento me había despeinado y me acordé de unas amigas que me veían temprano llegando a trabajar con un nudo en la cabeza. Pensé en muchas personas, como si fueran una serie de imágenes que se hamacaban en mis cabellos, me imaginé corriendo y algunas de ellas se caían, otras seguían aferradas como hebillitas de plástico que soportan los más fuertes vientos. Es una imagen cursi, pero solo fue el momento, el otoño a veces me pone así. Sonaba una canción que me gusta mucho cuando llegó mi amigo, despeinado y sobre la hora. Compramos las entradas, intercambiamos algunas palabras, me sentí contenta.
Vimos una película que me hizo pensar, recordé historias de mi abuelo y de aquella mujer que no era mi abuela pero si la familia fuera a elección, sin dudas la hubiese elegido. Recordé algo que realmente no lo tenía en cuenta, nosé, últimamente me pasa que me cuentan detalles o cosas que yo misma dije o hice y no lo recuerdo. Me alivia sentir que con los pocos que hablo me escuchan. Otros me observan y me conocen, otros me sacan la ficha, otros piensan cualquiera y eso es bueno.
De la sala salí encantada, tratando de recordar y anotarme en la frente, todo eso que pensé para escribirlo pero finalmente si bien me acuerdo de esas cosas, hoy escribí distinto a lo que acostumbro, quizás es porque llegué temprano ¿No?
No sé porque escribo como si alguien me leyera, de hecho escribo para mi, pero a modo de dirigir mis palabras como si hubiera un tercero o cuarto anónimo escondido detrás de la cortina espiando algunas de las cosas que no digo y escribo, porque así funciona esto. Al margen de mis inquietudes de hoy, que son muchas, continuaré con mi relato sin sentido porque siento eso, todo el tiempo siento deseos de escribir, me despierto a la madrugada, a la mañana, cuando me baño, cuando viajo, cuando subo, cuando escribo, siento como si una voz interior relata cada una de las cosas que pienso, abro los ojos y recuerdo el sueño pero no puedo ya escribir como antes acerca de ellos. La culpa la tiene la voz, que me dicta como si fuera una orden, que impone otro modo u otra forma. Seguro que es porque llegué temprano. Porque ahora que no cumplo con horarios ajenos, tengo mi propio reloj ¿sabías? Me he vuelto más organizada, decir esto podría ser mentira, pero quizás no.
Repito tanto las palabras que ya me molesta, pero a lo que iba era que salimos del cine y caminamos bastante, hablamos, tomé dos fotografías más que no me gustaron mucho finalmente pero tampoco las borré. Hablamos de nuevo, hablé yo, habló él. Recorrimos una librería entera, me compré tres plumas nuevas y algo pequeño para dibujar.
Cuando nos despedimos, respiré pensando que realmente no tenía apuro de volver a casa y me sentí aliviada por eso. Comencé a caminar, las mil quinientas cuadras que me separaban de la parada de un colectivo que podría devolverme a mi hogar. Iba a tomar el subte, pero como eran casi las seis, la hora pico, la gente, el pico de la gente cerca. No. Mejor camino. Cuestión, justo a la hora pico, la gente con su pico de la gente cerca en vez de ir en subte salió a caminar también, no por elección si no porque el libro de jack keroauc no les funcionaba y entonces yo. ¿Qué hacía ahí si mi lugar era debajo de la tierra?
Sentí que el mundo, el subte y los todos picos de la gente estaban en mi contra. Todos hablaban por celulares, caminaban enredándose, me preguntaba que tan importante es informar algo todo el tiempo. Me pregunto cosas estúpidas a veces.
Caminé por otras calles del mismo país, esquivando bolsas, maquillajes y tacos altos. Sentí que mi cara estaba tan blanca como si me hubiesen borrado. La gente estaba fuera de foco, yo seguía una línea tratando de no chocar, tratando de no escribir lo que realmente pensaba y mientras tanto llegué hasta acá.
13 May, 2009
11 May, 2009
Incisivo
Tuve la semana entera, las horas y los días, se pasan como las canciones de un disco que escucho a menudo. Siempre espero al último día para sentir eso que se siente cuando no queda otra que intentar hacer lo que se debe. A duras penas pienso en eso, miro por la ventana, hay gente que sale a andar en bicicleta en esta tarde de domingo que no parece de otoño.
Anoche había bebido lo suficiente, como para pararme en la esquina de su calle y mirar hacia la izquierda. Estaba realmente a tres cuadras de su casa, hubiese querido llegar culpa de la casualidad y encontrarlo en cualquiera de las esquinas que nos separaban. Pero mi cara estaba como desfigurada, no solo estaba despeinada y vistiendo la ropa como si fueran trapos, sino que no podía ser de otra manera, mi cuerpo entero no soportaría una noche fuera de casa esta vez, sorteando la suerte de encontrarlo en cualquier antro o esquina. No podía, no tenía sentido ya… entonces doblé la esquina hacia el lado contrario, y esperé el colectivo. Aliviada me senté no muy contenta del lado del pasillo, decidí que lo más apropiado era escuchar esos sonidos poco agradables para mi madre e inentendibles por demás, que penetrarían por mis oídos mientras de a poco calcaban la forma de mis orejas y así más adelante me dibujarían por dentro con lápices de todos los azules posibles aquellos órganos que ya no suenan a nada que funcione bien.
La heladería estaba abierta, busqué las llaves dentro de mi bolso, doblé a la esquina de la calle más oscura y vacía. Crucé hacia el otro lado y caminé bastante rápido, miré hacia atrás antes de llegar a la esquina. Abrí con alivio la puerta de mi casa, la luz de mi habitación estaba encendida. Llegué, con deseos de todo aquello que no podía. Pensando en esto que me estaba sucediendo, en esa sensación inútil de vacío gris, con el deseo de morderme a mi misma para despertarme de este sueño tan profundo que ni sentido tiene. A diferencia de todo aquello que soñé esta semana entera, como el ascensor que portaba cuatro baños en su interior. O el regreso de Federico del exterior, que lo supe por anticipado gracias a la excelencia de mi radar onírico…estaba tan lindo con la apariencia del otro Federico, lucía rapado con lentes cuadrados, vestía un chaleco color bordó. Me sonrió con la más hermosa de las sonrisas del otro que no es quien era en verdad…. Y en sus labios pude leer la advertencia que decía: noo Romi y se fue hacia el fondo del lugar. Había cruzado para llegar hasta allí una habitación enorme llena de camas. No sabía donde estaba, seguía buscando, el lugar era similar a una estación de tren de madera inglesa, antigua y enorme, llena de gente elegante. Me desperté y recordé que ahora los días se hacen cortos y oscuros. Tuve la noche entera, para dormir flotando en la esfera pronta a estallar, mientras escribo estas palabras, de a poco las letras comienzan a forjar la próxima explosión dental, de nuevo soñé que se me caía un diente, esta vez nadie por la fuerza de un beso era el culpable de la ruptura, esta vez sentía algo en la boca que me molestaba, saqué aquello que lucía como una piedrita y lo tiré sobre una mesa de madera, el gesto repetido cuando hago a un lado aquello que no tiene sentido, la dentadura entera no se cae porque si, como la lluvia que tanto espero en el vacío de mi boca, en los huecos de mis días para inundarme de todo aquello que desconozco.
Anoche había bebido lo suficiente, como para pararme en la esquina de su calle y mirar hacia la izquierda. Estaba realmente a tres cuadras de su casa, hubiese querido llegar culpa de la casualidad y encontrarlo en cualquiera de las esquinas que nos separaban. Pero mi cara estaba como desfigurada, no solo estaba despeinada y vistiendo la ropa como si fueran trapos, sino que no podía ser de otra manera, mi cuerpo entero no soportaría una noche fuera de casa esta vez, sorteando la suerte de encontrarlo en cualquier antro o esquina. No podía, no tenía sentido ya… entonces doblé la esquina hacia el lado contrario, y esperé el colectivo. Aliviada me senté no muy contenta del lado del pasillo, decidí que lo más apropiado era escuchar esos sonidos poco agradables para mi madre e inentendibles por demás, que penetrarían por mis oídos mientras de a poco calcaban la forma de mis orejas y así más adelante me dibujarían por dentro con lápices de todos los azules posibles aquellos órganos que ya no suenan a nada que funcione bien.
La heladería estaba abierta, busqué las llaves dentro de mi bolso, doblé a la esquina de la calle más oscura y vacía. Crucé hacia el otro lado y caminé bastante rápido, miré hacia atrás antes de llegar a la esquina. Abrí con alivio la puerta de mi casa, la luz de mi habitación estaba encendida. Llegué, con deseos de todo aquello que no podía. Pensando en esto que me estaba sucediendo, en esa sensación inútil de vacío gris, con el deseo de morderme a mi misma para despertarme de este sueño tan profundo que ni sentido tiene. A diferencia de todo aquello que soñé esta semana entera, como el ascensor que portaba cuatro baños en su interior. O el regreso de Federico del exterior, que lo supe por anticipado gracias a la excelencia de mi radar onírico…estaba tan lindo con la apariencia del otro Federico, lucía rapado con lentes cuadrados, vestía un chaleco color bordó. Me sonrió con la más hermosa de las sonrisas del otro que no es quien era en verdad…. Y en sus labios pude leer la advertencia que decía: noo Romi y se fue hacia el fondo del lugar. Había cruzado para llegar hasta allí una habitación enorme llena de camas. No sabía donde estaba, seguía buscando, el lugar era similar a una estación de tren de madera inglesa, antigua y enorme, llena de gente elegante. Me desperté y recordé que ahora los días se hacen cortos y oscuros. Tuve la noche entera, para dormir flotando en la esfera pronta a estallar, mientras escribo estas palabras, de a poco las letras comienzan a forjar la próxima explosión dental, de nuevo soñé que se me caía un diente, esta vez nadie por la fuerza de un beso era el culpable de la ruptura, esta vez sentía algo en la boca que me molestaba, saqué aquello que lucía como una piedrita y lo tiré sobre una mesa de madera, el gesto repetido cuando hago a un lado aquello que no tiene sentido, la dentadura entera no se cae porque si, como la lluvia que tanto espero en el vacío de mi boca, en los huecos de mis días para inundarme de todo aquello que desconozco.
10 May, 2009
leer los labios
Tengo un radar onírico
esos que aún sirven para los niños.
No hace falta que lo digas,
ya me enteré que regresaste.
a b s u e l t a entre las nubes de diferencia.
esos que aún sirven para los niños.
No hace falta que lo digas,
ya me enteré que regresaste.
a b s u e l t a entre las nubes de diferencia.
04 May, 2009
ª"
Sin alojamiento para las atadaduras,
del vértigo nada queda delineado.
Llevo en los ojos una esquela mortuoria,
en la boca un nombre designado.
Morderé el silencio que nada en la neblina,
y en el infinito seré el ruido que te dejará ciego.
ELPASADOESMUDO
26 April, 2009
25 April, 2009
adentro
Una gota que cayó al océano,
inmensidad.
ausencia del verbo conjugado,
infinito.
vacío sideral repentino,
instinto.
09 April, 2009
Poema morfológico
º
Y ahora sí, querido otoño...
traed el viento, algo de polvo
entre hojas secas y algunas nueces
º
entre el vacío
que enloquece, radiante espera
mientras no llueve,
un poema desde mis ojos...
º
aquel paisaje que no quisiera
llevarse el viento cuando lo soplo,
caer del aire la luna llena..
º
sentir el hueco,
cuando lo toco.
º
01 April, 2009
Develar
Todas las mañanas delineaba el precipicio de sus ojos, una a una cosía sus pestañas, mientras miraba su reflejo en la ventana, era el viento quien desvíaba al tiempo cobarde. Y ella lo sabía.
Las palabras rotas viajaban en sus zapatos, como la poesía en su cuerpo entero, sucedía como cuando cesa el color del cielo, se suspenden los secretos debajo de la lengua, y los rostros incompletos ungidos en vino tinto salen a caminar en una noche negra como la verdad. Ella lo sabe bien, son aquellos los que no se portan en la cara visible, quienes deben abrirse, como dejarlos salir del cautiverio y ser presas de lo desconocido.
Si todo se trata de no quedar al descubierto, habrá que develar las tintas que componen esa imagen dulce detrás de aquellos signos de preguntas, es claro que lo que se esconde detrás de una fotografía, son los impulsos calcados, de recordar y repetir, la visión propia de lo que se quiere conservar, de lo que viaja en los zapatos y en el cuerpo.
La imposibilidad de la palabra, la música puede decir con exactitud, lo que aquellas callan se caen en el espacio del imaginario fotográfico. Y todas aquellas que transcurren en la retina de los agujeros faciales son las películas que se quiere ser, cuando todas las mañanas en su reflejo el fin dibuja el contorno de su paisaje para inventar un nuevo rostro para velar una maraña.
12 March, 2009
ª
En el mar, hay un rincón para usted,
para irse, debería saber...
esa acción no es bienvenida aquí.
Es el viento quien pronuncia la abertura de los silencios,
perpetuos, sucios o pasajeros.
Al parecer de muy poco sirve
oír lo que suena hueco,
pues son sus ojos los que se van flotando
embriagados por tanta música
Cuando a mis pies llega la calma y los huesos que van quedando,
son los vestigios de la memoria que nunca aprendió a nadar.
09 March, 2009
se fué la magia
He aquí un nuevo error dijo al levantarse un día soleado e impar del calendario. Sobre el mismo observó una nota melosa que cae y rebota entre las hojas de sus cuadernos inútiles. De todo lo que quiere decir se acuerda poco, hierve los ojos y en su reflejo puede ver un peinado altanero, digno de alguna belleza de posguerra que entre los tragos y algunas monedas pasaban la noche. Pero aquí no había explosiones, era una mañana fresca y estaba sola unos cincuenta años más tarde, finalmente desde su habitación esbozó algunas palabras, todas formaban frases incompletas sin algo de coherencia más que un amable hilo artificial que la tomó por sorpresa, enrredando sus pies hasta dejarla caer como parte de un pequeño coqueteo de la conciencia con la muerte
Yacía sobre el piso de madera gastado, en un camisón de color blanco se había desparramado como pudo sin poder. Es la incertidumbre la que viste el encantamiento y los dolores que se van formando en derredor de su figura. Ante la situación insoportable, tomó sus cosas desesperadamente y corrió hacia afuera, debía hablar con alguien, el vapor se escapaba por sus ojos, su cuerpo ardía burbujeante, del cuerpo solo quedaba la memoria mientras se alejaba de la escena del crimen.
La esperé largo rato en la esquina, pero nunca llegó, por mi parte, puedo decir que me cansé de dibujar rostros enteros, la había notado algo distinta aquella mañana en el espejo, pero no se me ocurría razón para sospechar de algo u alguien.. ¿Acaso necesita saberlo? Estimo que nosotras tampoco.
01 March, 2009
Jaque
Es solo eso.
Delinear un tablero con los pasos,
descifrar incontables mensajes del horizonte.
Una calle desconocida y fotografiada me dijo:
los peones salieron del tablero primero.
Es solo eso.
Dejar caer los pies sobre el abismo,
reposar en los deseos de la luna,
volar hasta el fondo de la madriguera.
Escribir un pequeño cuento.
Es solo eso.
Soy libre hasta de mi sombra.
En jaque siempre con la memoria,
de quien sería si yo no fuera
ante el enajenamiento del ánima.
25 February, 2009
Agua de colonia
Ya ves lo que ha ocurrido, finalmente la conversación como castigo, tomo lo que bebo como bebida de una manera tan apresurada que despacio pese al apuro irreal cae sobre los labios que llevo en el rostro tatuados, eso que tan lento camina, es lo espeso que bebo, me seduce dejando su huella en la piel sin color. Se manchan las prendas que no forman parte de este juego, sobre la mesa yace un tablero torcido de colores sobrios y texturas varias que se extrañan. Una descripción que hace las veces de espacio sin tiempo donde transcurren las insostenibles e inexistentes vacilaciones de la dama y el dramaturgo.
Esta tarde ha llegado el repartidor de recuerdos y son las medusas de todo el mundo las que inocentes se llevan los secretos que nadie pudo escribir en un lenguaje musical.
Mucha gente que se llama igual camina por las calles en distintas direcciones al igual que los que portan extravagantes nomenclaturas. Quienes falsamente creen que su ridiculez los hace caminar como el hombre en teoría caminó sobre la luna, y yo que solo la miro desde abajo pienso en aquellos que se olvidan que comparten iniciales y asientos de cientos de lugares que lucen preferenciales para los ojos de sus bolsillos.
La contingencia viaja a todas partes como los posibles errores de los grandes ejercicios combinados donde en vez de despejar la situación uno comienza a arrastrar y arrastrarse como si fuera sobre el barro pero fuera de foco, esto ocurre en las grandes distracciones por las cosas que pasan alrededor de uno y conforman los sonidos de aquella increíble música que estoy escuchando ahora y usted NO, pero se esconden fácilmente y lo complicado de la dificultad de oír es ella misma pensada como tal. De allí su origen interior que se defiende con una violencia elegante pacífica y verbal como si con espadas luchara contra espectros que danzan sigilosamente en un cuadro que ocupa la totalidad de las paredes de la habitación azul. La misma se ubica cerca del cielo que me mira caminar todas las mañanas por aquellas veredas gastadas, viendo como van algunos en bicicleta y otros caminan sin ruedas para robar más de cerca a los que tienen las manos vacías luego de su intercepción, caminaba la víctima y mis piernas temblaban, pues no querían oír pero tampoco encontrarse desprevenidas por oír demasiado aquello que ocultaba la verdad que sucedía. De repente y como pudo su yo huyó de cuclillas, como el día donde la protagonista no estaba en la película y la audiencia cambió de posición ácida.
A imagen y semejanza del linyera predilecto del micro central, dió pasos cómplices y pequeños colmados de picardía adictiva, más luego se encontró conversando con la hija de una rana estúpida. En ese momento los idiotas portaban siempre la misma cara, aplaudían la escena donde los festejos eran ajenos. Se conformaban con las migajas que les tiraban como si fueran aquellas horribles palomas que detesto, abrazos sucios y proyectos de unidad donde únicamente se puede aislar a aquellos que se paran contra la pared y no bailan, porque esta música moderna de los capitales es tan asquerosa que provoca el vómito, los recursos lucen inhumanos durante toda la historia. Sacan su máscara hacia el final de la obra de marte y preparan al próximo representante, para que la farsa como siempre continué su función hedionda.
16 February, 2009
papelito
Las dulces palabras se acomodan desde el paladar al habla,
el viento fresco las deja ser canción.
Siete colores habitan el espacio,
nubes como sábanas envuelven la razón.
*
Es el secreto entre la furia y el silencio,
los rincones de calma donde se aloja el viento.
Una fotografía muda y ciega
Montones de flores, agua violeta.
*
La saya favorita, el dolor de las rodillas.
Visitar un cementerio en un río sin muertos,
es lo mágico de la isla en el medio de la altasal.
*
Llevo tranquilidad en el bolsillo pequeño,
y yo que te quiero poco no me olvido de soñar
que cubitos caen de los ojos, como piedritas al caminar.
05 February, 2009
Un yo circulatorio
_Es la ausencia del papel la que desata la memoria, afirmó arrastrando los cordones que encerraban su mirada.
Espero te hayas enterado de la noticia: Yo no soy quién regresó.
_¡Ja! Ya lo habías anunciado en tu cuaderno azul: ¨voy a perderme de vista desvestida hasta encontrarte devastado¨
(dijo imitando su vocecita ridícula)
_¡Finalmente eres un atrevido! ¿Acaso no sabes que es la búsqueda de la inmensidad la que cierra el encuentro?
¡Adiósabismo! dijo bajito y en minúscula cerró la puerta del error y se fué silbando en picada.
Un paisaje mudo y real amortigua el golpe, todo vuelve a comenzar en mi.
Espero te hayas enterado de la noticia: Yo no soy quién regresó.
_¡Ja! Ya lo habías anunciado en tu cuaderno azul: ¨voy a perderme de vista desvestida hasta encontrarte devastado¨
(dijo imitando su vocecita ridícula)
_¡Finalmente eres un atrevido! ¿Acaso no sabes que es la búsqueda de la inmensidad la que cierra el encuentro?
¡Adiósabismo! dijo bajito y en minúscula cerró la puerta del error y se fué silbando en picada.
Un paisaje mudo y real amortigua el golpe, todo vuelve a comenzar en mi.
11 January, 2009
Azul transformador
Madrugada de silencio, vestida de oscuridad como el escenario. Entre cajas, bolsas y ansiedad, no duermo. Recuerdo el sueño de anoche, el cumplimiento de la palabra y el vacío radiante de mi cama. Paredes siderales me sostienen, floto en el aire porque soy libre. Soy un holograma, el eclipse que quiero ver, ante la entrada de luz de otra dimensión renacen mis sombras y cenizas. Las palabras vocales se desvanecen en el espacio como burbujas que inventa un niño en algún lugar remoto, en una calle vacía y con los zapatos rotos.
Los pensamientos son las verdaderas tintas sobre el cuerpo, el mar y la montaña en su inmensidad exterior incluyen el miedo. El afán de ser lo que se hace en el tiempo que se construye siendo. Es eso. Es mirar desde su base y pensar lo que se piensa cuando se sube. Mirar lo que se mira desde arriba, cuando los silencios son verdaderos silencios. Cuando las películas transcurren sobre la propia retina de nuestro globo ocular.
Estiro mis brazos del mismo modo en que prolongo mis buenas palabras, cambio los colores por que la alteridad produce las mutaciones visibles, las raíces solo se pueden ver cuando ya no están bajo la tierra, el movimiento de las hojas se puede oír cuando se escucha lo que se piensa.
¿Y si me dejo de ver? ¿Si abandono la esfera? Los pasos son hacia afuera y la jaula es tan grande como el trayecto de mi vuelo sin fin, sin numerar, porque si hay algo que no se gana ni se pierde es el tiempo mudo y real. Es la búsqueda de la inmensidad musical resonante aquella que cierra el encuentro de la palabra desvestida de los sonidos que las producen, los destellos de los sueños producen las verdaderas imágenes. Cruzo la barrera del barrio de la infancia, el walkman no funciona pues lo llevo en el bolsillo, ahora todo es distinto porque aún no tengo deseos de dormir, pero si me gusta escuchar el sonido del tren que irrumpe contra el cielo y marea que me miran mirar las flores de mi jardín imaginario.
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